Catriel: Las hijas de Ruth preguntan qué le pasó a su mamá y no encuentran respuestas

(AN Roca).- La mujer desapareció el 17 de julio y continúa la búsqueda.

Ruth Cisterna, la mujer de Catriel que fue vista por última vez el 17 de julio, tenía tres hijas pequeñas. Pero el paso de los días, la búsqueda de respuestas, la investigación, obligó a la familia a tomar algunas definiciones sobre la vida cotidiana de las pequeñas. Sobre todo, para protegerlas del entorno y de las miles de preguntas que se realizan y que no pueden ser respondidas.

Y aunque duela, la responsabilidad de la crianza de las peques no podía pasar por la abuela – abocada a encontrar a esa hija que no aparece -. ni de las tías. Tenía que ser de los papás, que debían hacerse cargo de las niñas.

La hija mayor, con sus 12 años y el despertar de la adolescencia, prefirió marcharse con su papá, un trabajador petrolero que está radicado en Neuquén capital. La nena está cursando séptimo grado y tiene asistencia psicológica desde el gabinete del sistema de salud neuquino. No ha sido fácil para la chiquita, pero la decisión de salir de Catriel tiene que ver con esa búsqueda de más estabilidad.

La que más preocupa a la familia es la niña del medio, con apenas siete años recién cumplidos. Es quien se hace las preguntas más difíciles, las que no tienen respuesta, y por lo tanto no logra entender por qué su mamá no está a su lado. Fueron muchos cambios: empezó la escuela primaria y después ocurrió esta desesperada medida que adoptó su mamá.

La nena está somatizando toda esa problemática y según su familia, manifiesta síntomas de padecimientos o dolores que no tienen un correlato físico. “Tratamos de contenerla, de llevarla de paseo, de decirle hasta donde podemos”, explicó la abuela, Susana Macaulife. Para tratar de seguir adelante, la chiquita se fue a vivir con su padre, en la misma localidad de Catriel.

También está con contención psicológica especializada. La chiquita se anima a expresar con palabras lo que otros no se animan: “ha empezado a manifestar que extraña a su mamá; pide que vuelva. Pregunta dónde está, qué hizo. O la más difícil de todas: por qué las abandonó”, precisaron desde la familia.

Y está la bebé. La chiquitina que Ruth no esperaba; la que llegó en el momento menos deseado. Se había hecho una operación de ligadura de trompas que no fue eficaz; se enteró cuando el embarazo ya estaba muy avanzado y no había posibilidad de una interrupción legal. Ahora tiene cuatro meses y medio. También se fue a vivir con su padre.

Una familia atomizada, y una mujer que no aparece a pesar de los esfuerzos de socorristas y voluntarios que se convocaron para la búsqueda. Hace 48 días que las nenas esperan que su mamá regrese.